HPH sale del puerto, a la logística integral

4 junio, 2012

Hutchison Port Holding (HPH), el mayor operador portuario a nivel global, acaba de estrenar la Terminal Intermodal y Logística de Hidalgo (TILH), un proyecto en el cual invirtió unos 60 millones de dólares.

Esta infraestructura, tiene como propósito acercar sus terminales portuarias a su principal mercado, la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), a donde viene el 40% de las mercancías de importación que llegan a sus terminales portuarias de Veracruz, Manzanillo y Lázaro Cárdenas.

Hace sentido. La TILH acerca el puerto a los usuarios y dueños de la carga, lo cual les otorga beneficios logísticos que agregan valor.

HPH es junto con las empresas ferroviarias Ferromex y Kansas City Southern México, las que más inversiones productivas han hecho en México, en materia de infraestructura de transporte desde finales de los 90´s a la fecha. Con ellas, ha agregado valor a la cadena logística de comercio exterior, transfiriendo eficiencias a los usuarios.

La TILH tiene ese propósito. La empresa crea una nueva área de negocio, genera empleos en uno de los estados más pobres del país, y transfiere ahorros a los importadores y exportadores al reducir sus costos logísticos integrando servicios.

Antes, HPH sólo se remitía a su papel de operador portuario en el país. Pero las áreas de oportunidad que se presentan en la integración de servicios a los usuarios, son una interesante alternativa y un buen complemento para la articulación de toda la infraestructura que el grupo ha creado.

Hasta hoy, muchos de los importadores y exportadores han operado mediante la contratación de servicios con operadores logísticos, que a su vez subcontratan con pequeñas o medianas compañías, el servicio de transporte, el cual no siempre tiene la calidad esperada, porque a su vez existen ineficiencias en la operación (tiempos muertos, fallas del camión, entre otras). Este es un dolor de cabeza para muchos usuarios.

HPH ofrece en alianza con el grupo autotransportista UNNE, lo que ambos han denominado un «ferrocarril virtual», que no es otra cosa más que una flota de camiones fulles dedicados a unir su puerto interior con sus terminales portuarias, en las mejores condiciones de operación. Un máximo de dos horas de espera en cada punta, antes de retornar cargado.

En estas condiciones, se aprovecha la economía de escala haciendo un circuito donde las ineficiencias se minimizan también con una flota con edad promedio de tres años y en la cual podrán participar otras empresas que cumplan con los requisitos.

Otro de los beneficios es la posibilidad de trasladar las cargas desde el puerto, en apenas horas de haber bajado del barco, hasta la TILH; casi en el traspatio de los dueños de las mercancías en el centro del país, y la oportunidad de desaduanizar aquí esas cargas, sin los congestionamientos que se tienen en los puertos.

Y lo mejor, poder contar con todos estos servicios a la carga, y otros más que se estarán prestando en la TILH próximamente, con la calidad y la garantía de un prestador de servicios cuya propuesta de valor, es eficientar la cadena logística y no encarecerla.